viernes, 11 de agosto de 2017

Reacciones preconcebidas. (4) ¿Somos víctimas de nuestro comportamiento pasado?

La mayor parte de la ansiedad que las personas experimentan se debe a lo que los sicólogos llaman reacciones preconcebidas o precondicionadas. Dicho en términos más simples quiere decir que asociamos situaciones y eventos que nos suceden de forma aislada de manera que reaccionamos siempre de la misma forma ante circunstancias similares.

Asociamos dos acontecimientos: si el acontecimiento X nos produjo temor, pánico, nerviosismo, inquietud, ansiedad; entonces cada vez que el acontecimiento X sucede volvemos a reaccionar de la misma manera. Es decir que si reaccionamos con miedo o con ansiedad ante la presencia de cierto estímulo externo, cada vez que un estímulo similar se presente reaccionaremos de la misma forma. Lo interesante de esto es que aunque en realidad no exista ningún peligro y las circunstancias sean distintas, si vuelve a acontecer el mismo estímulo X volveremos a reaccionar de la misma manera, porque ya esto se ha condicionado en nosotros.

Por ejemplo, una persona que durante su infancia haya tenido algún tipo de experiencia negativa con figuras de autoridad tales como un policía, el director de un colegio o alguien al que consideraba digno de respeto, tal vez ahora de adulto se sienta ansioso si va conduciendo y ve que se acerca algún policía. De hecho, ante cualquier figura de autoridad que le confronte directamente va a experimentar ansiedad. Entre los síntomas inmediatos que la persona experimentará están la tensión muscular, sudores fríos, dolor de estómago, ganas de ir al baño, tartamudeo, el corazón latiendo con rapidez, etc.

Todo es debido a reacciones precondicionadas que tienen su origen en el pasado, casi siempre durante la infancia. Muchas de nuestras emociones son producto de preacondicionamientos. Es por eso que el razonamiento lógico no puede formar parte del tratamiento, pues la persona tal vez se da cuenta de que no es para tanto lo que ha sucedido, pero a pesar de todo no logra controlarse. Si usted le explica a esta persona desde el punto de vista lógico lo que está sucediendo, ella va a estar plenamente de acuerdo con usted. Si ha experimentado un estado de ansiedad ante cualquier situación específica, sabrá que tengo razón en este punto.

A pesar de que la lógica le dice que no hay de qué temer, que es una sobre-reacción, usted no tendrá la capacidad de controlar la situación. Necesitamos comprender que el individuo bajo un estado de ansiedad no está reaccionando ante la situación específica, sino que su conducta es producto de una programación anterior. Esta es la razón por la cual la persona que se dice a sí misma: voy a poner de mi parte, la próxima vez que esto suceda me voy a controlar, se da cuenta de que muy a pesar de sus buenas intenciones, no puede hacerle frente a las cosas como planeó. Una vez más la ansiedad le ganó.

¿Si esto es así, qué podemos hacer? ¿Estaremos atrapados en nuestra programación pasada siendo víctimas de la ansiedad? Afortunadamente, podemos sobreponernos a estas situaciones y superar los acondicionamientos que son los causantes de la ansiedad. En análisis psicológico, tras comprender el problema, es necesario diseñar un plan de trabajo y trazarnos metas para alcanzar nuestro objetivo. Es sobre estos métodos que estaremos tratando en nuestros próximos artículos.

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