En nuestro artículo anterior vimos cómo la leptina, una
hormona producida por las células del tejido adiposo, viaja a través de la
sangre y es detectada por nuestro cerebro sirviendo de indicador en la
regulación del peso corporal. Menor concentración de leptina en la sangre
indica al cerebro que debe almacenar más grasa en forma de tejido adiposo y por
el contrario, una mayor concentración de leptina detendrá la producción de
grasa.
Con la edad, la sensibilidad de nuestro cerebro a la leptina
disminuye y se necesitan mayores concentraciones de esta hormona para que
puedan ser detectadas. Esas mayores concentraciones de leptina solo pueden ser
producidas por una mayor cantidad de tejido adiposo y es por eso que engordamos
más fácilmente al hacernos mayores.
Lograr un mejor control de nuestro peso solo es posible si
combatimos los tres factores que dificultan la sensibilidad de nuestro cerebro
a la leptina. Estos son: la disminución del nivel de oxígeno que llega a
nuestros tejidos, la conversión del medio celular en ácido en lugar de alcalino
y por último la mayor concentración de radicales libres en ese medio celular.
Existen medicamentos en la medicina tradicional para combatir
estos factores, pero debido a sus efectos secundarios requieren en su mayoría
de la prescripción de un médico. Por fortuna, encontramos en la naturaleza plantas que
pueden lograr estos mismos resultados y son los llamados adaptógenos.
Estas plantas tienen la capacidad de adaptarse a las
necesidades de nuestro cuerpo causando distintos efectos beneficiosos para la
salud. Dan la impresión de ser sustancias inteligentes que de acuerdo a las
necesidades del paciente, permiten alcanzar un alto nivel de equilibrio físico y
mental. ¿Qué características debe tener una planta para ser clasificada como
adaptógeno?
- Debe tener efecto inmunomodulador aumentando la capacidad de defensa del organismoNo debe causar efectos secundarios
- No puede causar adicción
- Debe ayudar al cuerpo a lograr un balance óptimo de las energías internas
- Debe tener un funcionamiento bidireccional, es decir que se adapta a las necesidades específicas de la persona con un efecto regulador. Por ejemplo, si la persona tuviera presión alta puede bajarla y si padece de presión baja puede ayudar a subirla.
Los adaptógenos ayudan a combatir los factores que
dificultan la detección de la leptina por nuestro cerebro y por tanto tienen un
efecto positivo en el control del peso. Son el complemento ideal de toda dieta
pues entre sus características están:
- Contribuyen a eliminar los radicales libres producidos por el metabolismo por su gran efecto antioxidante
- Ayudan al transporte de oxígeno a las células permitiendo su utilización de forma más eficiente
- Tienen efectos anabólicos beneficiando la formación de tejido muscular
- Mejoran la regulación de los ritmos biológicos
- Combaten los efectos provocados por el estrés
Las extraordinarias propiedades de estas plantas, capaces de
adaptarse a las necesidades específicas de cada organismo, han provocado
escepticismo entre los académicos. Sin embargo, en la actualidad se han llevado
a cabo estudios que demuestran que sus propiedades medicinales están bien fundamentadas.
De entre la gran cantidad de plantas medicinales conocidas en
la actualidad, solo un número reducido se consideran adaptógenos. En nuestro
próximo artículo estaremos tratando los beneficios de una planta considerada el
adaptógeno por excelencia: el Ganoderma Lucidum, también conocido como reishi.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario